8 de marzo, día internacional de la mujer


Este año se convoca la primera huelga mundial de mujeres en más de 150 países; la premisa de la que parten las convocantes es que las mujeres participan en todos los ámbitos de la vida y por tanto la huelga feminista debe ir más allá de una huelga laboral. Tiene que alcanzar no sólo al trabajo asalariado, sino también al trabajo doméstico, de cuidados, de consumo y a los estudios, para demostrar el lema: SI NOSOTRAS PARAMOS SE PARA TODO. Algunas de las causas que se pretenden defender son las siguientes:

1. Erradicar las violencias machistas.

2. Defender la igualdad laboral.

3. Visibilizar y repartir el trabajo doméstico.

4. Reescribir la historia.

En este vídeo se explica el proceso para llegar a esta convocatoria y cómo sumarse si se se está interesada/o. 



Este otro vídeo realizado por Cruz Roja nos habla de la corresponsabilidad de compaginar el cuidado de la familia y la vida profesional: Te corresponde-Nos corresponde es su título.





Un Texto de Eduardo Galeano para la reflexión:

Si él hubiera nacido mujer 

“De los dieciséis hermanos de Benjamín Franklin, Jane es la que más se le parece en talento y fuerza de voluntad.
Pero a la edad en que Benjamín se marchó de casa para abrirse camino, Jane se casó con un talabartero pobre, que la aceptó sin dote, y diez meses después dio a luz su primer hijo. Desde entonces, durante un cuarto de siglo, Jane tuvo un hijo cada dos años. Algunos niños murieron, y cada muerte le abrió un tajo en el pecho. Los que vivieron exigieron comida, abrigo, instrucción y consuelo. Jane pasó noches en vela acunando a los que lloraban, lavó montañas de ropa, bañó montoneras de niños, corrió del mercado a la cocina, fregó torres de paltos, enseñó abecedarios y oficios, trabajó codo a codo con su marido en el taller y atendió a los huéspedes cuyo alquiler ayudaba a llenar la olla. Jane fue esposa devota y viuda ejemplar; y cuando ya estuvieron crecidos los hijos, se hizo cargo de sus propios padres achacosos y de sus hijas solteronas y de sus nietos sin amparo.
Jane jamás conoció el placer de dejarse flotar en un lago, llevada a la deriva por un hijo de cometa, como suele hacer Benjamín a pesar de sus años. Jane nunca tuvo tiempo de pensar, ni se permitió dudar. Benjamín sigue siendo un amante fervoroso, pero Jane ignora que el sexo puede producir algo más que hijos.
Benjamín, fundador de una nación de inventores, es un gran hombre de todos los tiempos. Jane es una mujer de su tiempo, igual a casi todas las mujeres de todos los tiempos, que ha cumplido su deber en esta tierra y ha expiado su parte de culpa en la maldición bíblica. Ella ha hecho lo posible por no volverse loca y ha buscado, en vano, un poco de silencio.Su caso carecerá de interés para los historiadores”.

Eduardo Galeano, Memoria del fuego, editorial Siglo XXI











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